AGONÍA
Como vienen las sirenas de madrugada a la playa,
así te quiero
Como llegan los marineros al puerto,
medio sonriéndole a la tragedia pasada,
así te quiero,
Como un estruendo tenebroso de las huestes de mi alma,
así te quiero,
Ambrosía envenenada...
Tal cual un día, mi dolor dio origen a tu carne,
Podrida.
Tal cual una avecilla asomó inquieta a los rayos de luz,
Bendita.
Y luego que fue devorada la agonía, me quedé sólo con tu vago recuerdo de abrazos,
Cadenas atemporales.
Y ya nadie me vio llorar, ni le interesó mi blasfemia,
Ces´t la vie.
Ce´st la mort.